Ursula Le Guin y la imaginación



Ursula Le Guin es una de las grandes escritoras norteamericanas de las ciencia ficción y la fantasía. Es considerada la «Gran Dama» de ambos géneros. Es la autora de novelas memorables como «La mano izquierda de la oscuridad» o «Un mago de Terramar». La temática de su obra gira en torno al sexo, el genero, las estructuras de poder y los peligros del poder. Fue ganadora de varios premios Hugo y Nebula, y la primera mujer galardonada con el título de Gran Maestra. En la década de los sesentas era de las pocas escritoras de fantasía y ciencia ficción. En esas épocas, el género estaba dominado por los hombres, por ejemplo, Isaac Asimov, Ray Bradbury, Arthur Clarke. Esta escritora tiene una interesante manera de pensar de lo que es la imaginación y de la escritura de ciencia ficción. 


En primera instancia hay que considerar que Ursula Le Guin nunca se sintió atraída por los escritores que dominaron el panorama de la ciencia ficción en la década de los sesentas y setentas. En una entrevista para Jacinto Antón del periódico español «El país», la escritora norteamericana dijo: «No intimé mucho con los de la edad dorada. No era en realidad la gente que me interesaba. La vieja guardia… La ciencia ficción puede ir en otras direcciones mucho más interesantes, tener otros logros y estar mejor escrita». La escritura de Le Guin es pulida y sus historias son profundas. La narrativa es un trabajo que siempre se lo tomó muy en serio, a diferencia de muchos de los escritores de la primera generación de ciencia ficción, en que descuidaban la escritura y  se localizaban en la historia, como lo reconoció el propio Isaac Asimov en alguno de sus ensayos.  Le Guin tiene una escritura rigurosa. Y su recompensa ha  sido la excelente acogida de crítica. El afamado crítico Harold Bloom la incluyó en la lista de autores clásicos norteamericanos. Le Guin escribió en un pequeño ensayo titulado «Unas palabras a un joven escritor»: «Un escritor es una persona a quien le importa lo que significan las palabras, lo que dicen, cómo lo dicen. Los escritores saben que las palabras son su camino hacia la verdad y la libertad, y por lo que las utilizan con cuidado, con el pensamiento, con el miedo, con deleite». 


¿Cuál es secreto de Ursula Le Guin?… Es sin duda, lo que ella considera el duro  trabajo literario, que contempla escribir, revisar y publicar, porque ella honra el oficio de escribir. Y ese honrar es revisar múltiples veces el texto, reescribir hasta diez veces el cuento o la novela. En este trabajo duro de revisión, ella va encajando las palabras más apropiadas en el texto.  Pero este trabajo literario que asumió a tiempo completo, tenía que compartirlo con la crianza de sus tres hijos. En esta doble tarea, tuvo el ayudo de su esposo. Esta vocación por el trabajo literario se lo debió a la educación  de su familia. En su niñez y su adolescencia, sus padres, el antropólogo Alfred Kroeber y su madre la escritora Theodora Kroeber, le respetaron su talento para las letras y le inculcaron que todo talento tenía que trabajarse duro.


Pero el trabajo de su escritura está conectado con sus concepciones de la ciencia ficción y la imaginación. En una entrevista para Scott Timberg del periódico «Los Ángeles Time», ella mencionó sobre la ciencia ficción que: «La escritura de la ciencia ficción y la fantasía permiten quitar una pequeña parte de la realidad para tratar de encontrar los problemas que siempre vuelven, que nunca resolvemos. Como el género, la guerra». Estas ideas están presentes en sus novelas. En ellas se narran historias de género y poder en planetas distintos a la Tierra, pero a su vez, con problemas semejantes. La imaginación de Le Guin los retrata bellamente. La escritora en la entrevista para el periódico «El país» dijo: «Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta. Implica cosas muy profundas, que cada viaje es irreversible». Precisamente, un viaje plantea a los lectores cuando se adentran en los terrenos de su narrativa, por ejemplo, cuando nos seduce el planeta de invierno en la novela «La mano izquierda de la oscuridad», sentimos que estamos presentes ante un cúmulo de tradiciones, leyendas y sabiduría de ese planeta de invierno. Una río-imaginación que no se detiene.  Esa es la imaginación que alimenta la obra de Le Guin, un fluir narrativo que alimenta sutilmente el alma.  La escritora comentó en la entrevista para el diario «El País» que: «Creo que la imaginación es la principal facultad de la mente humana. La fantasía, la habilidad, el arte de usar y controlar la imaginación en narrativa es el mejor y el más feliz ejercicio en el uso de esa facultad, junto con la ciencia, que la usa para conectar hechos que parecen no relacionados».


Ursula Le Guin, la gran escritora de ciencia ficción y fantasía, vive en los Estados Unidos y sigue escribiendo sus novelas. Quizás podemos reflexionar sobre la fantasía, en lo que dijo en una entrevista para Sandra Chaher del diario argentino «Página 12»: «Esta literatura es accesible para cualquier lector. La pregunta que habría que hacerse, quizá, no es por qué la fantasía seduce tanto a niños como a adultos, sino por qué el realismo atrae sólo a los adultos. ¿Habrá algo equivocado en el realismo, algo se habrá perdido?».

Fotos:  Marian Wood Kolisch, Euan Monaghan/Structo, Eileen Gunn

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